lunes, 7 de marzo de 2011

Sobre el editorial de la Revista Santo y Seña:
Si la "vitalidad de la cultura se mide por la cantida de libros editados, número de asistentes a conciertos o recitales, ...etc·, entonces nuestra comunidades ágrafas no existen culturalmente. Esta idea no solo identifica cultura con manifestaciones artisticas, sino que tiene una fuerte carga racista, o lo que es lo mismo eurocéntrista.
Tampoco es asimilable cultura a "todas las manifestaciones humanas", pue el término no solo reuniria "las manifestaciones de aprecio de los varones caribes", sino que reuniría en un solo costal "el muralismo mexicano con la compras compulsivas de las niñas chic". Sin embargo, esta compleja relación entre lo degradante y los sublime no es del todo clara. Veamos:
Los últimos años de la vida politica en Colombia fueron presentados como la realización de la seguridad democrática, la confianza inversionista y la cohesión social. Tales políticas, a simple vista, no tendrían ninguna objeción sino fuera por la construcción de significado de que fueron objeto. Mockus y su movimiento, observando el tipo de relaciones sociales que se agenciaron hegemómicamente durante éste período, dieron en el clavo al sintetizarlas en el símbolo de "todo vale". Símbolo con una connotación no precisamente positiva, tal como lo entendemos hoy.
Este símbolo -"todo vale- que resume el de "el fin justifica los medios", legitima el oportunismo, la trampa, la mentira, la dominación y no se aleja demasiado de ideas como las que hablan de la "cultura de la incompetencia",de la "cultura de la jihad" y de la "cultura de la violencia" en Colombia.
Puede llamarse a ésto último cultura?. Algunos dicen categóricamente que no.¿Son acaso los mismos que sueñan el mundo como un lugar paradisíaco y traslapan su deseo a éste?. No es acaso el paraíso el lugar soñado por muchos en el que todo sería goce, felicidad, placer, bienaventuranza, en el que no habria lugar para lo demoniaco, el sufrimiento, las vicisitudes, lo negativo?.
En este orden de ideas cultura sería sólo aquello que tenga una connotación positiva?. Cabe preguntar: ¿Quién decide qué es lo positivo o lo negativo? Es evidente que quitarle la vida alguien es un acto negativo. Pero no olvidemos que las grandes trasformaciones se han logrado a costa de vidas. Sobre la "guerra a muerte" de Bolivar nació la primera republica, sobre la "cultura de la guillotina" nacio la cultura de los derechos de hombre y del ciudadano, sobre la del "poder nace del fusil" la de los derechos humanos y del respeto al otro.
Hoy dia sin duda "lo culto" es la paz. Pero se puede conseguir ésta sin actos negativos...?.
Concluyendo entonces, las anteriores versiones que excluyen lo negativo de lo postivo podrian ser superadas por un concepto de cultura más abarcante- holístico?-como: un "proceso de construcción distribución y consumo de signficaciones en la vida social". Esta idea es diferente a la de "construccion de un mundo simbólico habitable".
La primera idea tiene una ventaja: reconoce implicitamente que "lo habitable" se construye en un proceso que no está al margen del poder, ni es ajeno al conflicto. Es decir, acepta que no vivimos en un mundo lleno de "lecha y miel" y más bien si en uno cargado de conflictos y de opiniones, distintas, diversas.
Tirestias

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